Consuélanos, Señor, pues somos como tus discípulos en la tormenta que sacudió los mares, inquietos por lo que se avecina. Nos dirigimos a Ti, nuestro Guía y Salvador, para que calmes nuestros corazones en nuestros momentos de necesidad y escuches nuestra oración: Sana a todos quienes están enfermos con el coronavirus y protege a las personas mayores y a los más vulnerables. Dale fuerza a todos quienes cuidan de nuestra salud y sabiduría a quienes buscan y luchan por encontrar una cura. Abre nuestros ojos y nuestros corazones, como lo hiciste durante el Huracán Harvey, para que podamos ver más allá de nuestras necesidades inmediatas y ayudar a aquellos que necesiten ayuda. Por medio del Espíritu Santo, guía a los líderes a tomar decisiones sabias por el bienestar de todas las personas a las que sirven. Concede el descanso eterno a todos quienes han muerto por el virus. Que María, nuestra Madre, que ha escuchado nuestras suplicas en las tormentas de nuestras vidas, interceda ante su Hijo, para que encontremos la sanación y un pronto final para esta enfermedad. Maria, Estrella del Mar, ruega por nosotros. Jesucristo, nuestro Señor y Salvador, sananos.