Elva tus manos sobre tu cabeza
y luego lentamente baja los brazos extendidos.
Extiende tus brazos al
frente tuyo
y luego hacia atrás
abraza todo el espacio a tu alrededor
luego lentamente
alcanza tus pies.
Sabiendo que Dios está en ese espacio contigo.
éste es tu
Círculo de Gracia. Tú estás en él.